Preservan el manatí, sirénido que hoy se encuentra en peligro de extinción, con esfuerzos propios Valentín Ascencio Guillén en el municipio de Jonuta, así como integrantes de las sociedades cooperativas de pescadores en los municipios de la zona de los ríos, resguardan y salvan a los sirénidos, desde su nacimiento hasta su desarrollo total como ejemplares adultos.
Por Robert E. Rodríguez Domínguez.
Texto y Fotos.
Corresponsal.

.Y es precisamente en este lugar en donde se han logrado reproducir un gran número de manatíes a lo largo de los más de 35 años de existencia del Centro de Convivencia, de donde recientemente fueron trasladados cuatro ejemplares a Xcaret en el Estado de Quintana Roo.


EL MANATÍ:
El manatí es un mamífero marino que vive en aguas cálidas, y se alimenta de plantas acuáticas. Se lo ha llamado también "vaca marina". Forma grandes manadas. Los indios los cazaban para alimentarse y por su piel. Es fácil de cazar, pues prefiere morir a abandonar a un compañero herido, por lo que toda la manada se reúne alrededor de un herido, con gemidos lastimeros y a merced del predador. Por esto y por su grasa y piel, ha sido objeto de una atroz persecución, que ha acabado con la mayoría de ellos.
Mide entre 3 y 4 metros y su peso oscila entre los 200 y 300 kilogramos. Las extremidades anteriores, en forma de aletas, tienen cinco dedos deformes provistos de uñas pequeñas. La cola es plana. Su piel es muy gruesa color gris azulado.
Posee un labio superior característico, hundido.
Es amigable, apacible y muy domesticable.
Cuenta la leyenda que en Santo Domingo, en el siglo XVI había allí un cacique que tenía un animal domesticado al que llamaba Manato que maravillaba a la gente y que llevaba a quien quisiera a su espalda para cruzar el río. Se supone que ese animal es el manatí.
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